Delante de la presencia de dios, de los ángeles y de los hombres también, hago y doy mi confesión de fe, de ser un creyente y adorador
en aquel, que murió y que resucito al tercer día.
Para sentarse en su trono de gloria de la séptima dimensión como Williams
Cristo Tercero (WSCT), Rey y Señor y que ha eso yo le digo amen y amen, como en reconocimiento de su más alto honor en gloria y majestad.
Porque
así para siempre se hará y que así se llamará como nombre eterno de Dios, Williams Cristo Tercero, el Señor, por el gran milenio y luego por toda la eternidad amen y amen, y que ante esto, toda la congregación, como
en una y sola voz, también dice y declara que:
Nosotros creemos y adoramos de tal manera como mismo lo habéis hecho, todos vosotros,
por lo que decimos: bienvenidos sois hermanos a la casa del Señor de Williams Cristo Tercero, como Rey y Señor nuestro eterno salvador.
En
la gran dispensación del reino y por el gran evangelio eterno.